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Monitores Escolares de Andalucía

SOBRE EL MIEDO A LA PRIVATIZACIÓN

En el año 95, cuando surgió el primer proyecto de polivalencia, a los monitores escolares se nos metió el miedo en el cuerpo con el argumento de que “venía el PP”. Había que apretarse el cinturón y ahorrar, como fuera, del gasto público, porque lo que podría llegar iba a ser mucho peor.
La situación política de aquel entonces no era, efectivamente, tan clara como la que tenemos en la actualidad y en las reuniones a las que éramos convocados los trabajadores por los sindicatos mayoritarios ( fundamentalmente FETE-UGT y CC.OO.) se esgrimía este argumento como medio de justificar un proyecto que de otra forma era injustificable. Por estas reuniones desfilaron, defendiendo esta tesis, miembros de sindicatos que hoy día ocupan puestos importantes en su escala organizativa a nivel regional.
A raíz de lo que podríamos llamar esta “primera crisis de polivalencia”, muchos trabajadores afiliados (algunos de los cuales habían jugado un importante papel en la consolidación de nuestro colectivo y en su incorporación a los centros escolares), rompieron sus carnés y se marcharon a otros sindicatos minoritarios que hoy día están en la “oposición”, o simplemente dejaron de afiliarse “de por vida”. Fue el primer gran desencanto, la primera gran desilusión de un colectivo que en sus comienzos tuvo un gran dinamismo, una gran ilusión, y contó con un número muy importante de trabajadores afiliados.

Hoy día, en el año 2005, asentado firmemente en nuestra Comunidad el P.S.O.E., con el fuerte apoyo que representa su coincidencia con el poder central del Estado, el segundo proyecto de polivalencia (Monitor de Educación) se justifica en gran parte en el miedo a la privatización. Resulta curioso como algunos representantes sindicales de los que en el año 95 defendieron el primer proyecto de polivalencia, en base a la primera justificación, se pasan ahora al segundo proyecto esgrimiendo la segunda.
Hay que frenar la privatización contentando a la Administración Pública con determinadas concesiones para evitar que este mal, que ya afecta a determinados colectivos, se vaya extendiendo. Esta es la tesis que hoy mantienen algunos sindicatos y que les da pie a negociar proyectos como la polivalencia.

Sin embargo, la privatización no puede combatirse con negociaciones como ésta. Si el empleador (en este caso la Administración Pública Educativa) pretende privatizar firmemente una serie de servicios, tarde o temprano llevará a cabo su propósito. Los trabajadores y los sindicatos no podemos estar sometidos permanentemente a una especie de chantaje continuo, en el que si no “pasamos por el aro” de una serie de condicionamientos que poco a poco se nos imponen, nos vemos con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas.
A la privatización, compañeros y compañeras de los distintos sindicatos, hay que plantarle cara, y no con los medios tradicionales. Los comunicados de “exigencias” sindicales o las manifestaciones callejeras de los trabajadores afectados no valen en la época que estamos viviendo. Esos son métodos de movilización sindical que tuvieron su momento pero que ya han pasado a la historia.
Hay que combatir al empleador (que en este caso es también un “político”), con los medios y de la forma que más le duele. En primer lugar hay que preguntarse ¿por qué se quiere privatizar?. Lo de que “sale más barato” estaría bien como argumento si no fuera porque en otra serie de proyectos, que no son básicos para la educación pública (Plurilingüismo, Bilingüismo, Centros T.I.C. Puertas Abiertas, Proyecto Comenius, Proyecto Sócrates, Proyecto Leonardo, Teoría de la Relatividad, Plan de Cultura y Paz, Escuelas Viajeras…) , no se ponen cortapisas económicas y se despilfarra muchas veces el dinero sin limitaciones de ningún tipo. Todo esto está muy bien, todos estos proyectos son buenos y positivos, siempre que se tuvieran cubiertos los servicios educativos básicos. ¿Dónde encaja este “proyectismo” si no todos los centros públicos de Infantil y Primaria cuentan con un personal administrativo o asistencial mínimo y si, además, a este ya exiguo personal se le pretende hacer compartir funciones?
El concepto de escuela pública no puede entenderse desde un punto de vista exclusivamente docente. En los servicios imprescindibles de la escuela pública entran, al menos, la docencia, los servicios administrativos y los servicios asistenciales básicos del alumnado. Y esto no se puede privatizar bajo ningún concepto, a menos que dejemos de hablar de “escuela pública”.

En segundo lugar habría que preguntarse ¿quién quiere privatizar? ¿Es la Consejería de Educación la que quiere privatizar los servicios básicos? ¿Son personas en concreto las que quieren llevar adelante esta iniciativa? En tal caso queremos conocerlas con nombres y apellidos. Basta ya de enfrentarnos a enemigos abstractos. Las cartas sobre la mesa.
Por otra parte, las supuestas empresas privadas que accederían a realizar estas funciones ¿qué vinculación tienen con la Administración Pública Educativa o con la Junta de Andalucía, y concretamente con las personas que impulsan la privatización?
Si la política privatizadora viene de más arriba de la Consejería de Educación, lo cual es lógico de suponer, sepamos también de dónde procede. De qué personas y de qué partidos, y con qué intereses reales.

Una vez que se clarifique esto y puedan delimitarse las distintas responsabilidades a nivel administrativo y personal, los sindicatos, si tienen el valor y la independencia política suficiente para manifestarse libremente, deberían de hacerlo a través de un manifiesto conjunto de condena contra esta lacra que amenaza a los servicios más básicos y elementales de la escuela pública andaluza. Un manifiesto en el que aparezcan nombres de personas, partidos e instituciones, que debería hacerse público en todos los medios de comunicación.

Las instituciones, los partidos, y a veces hasta las personas, no se mueven, desgraciadamente, por el interés de los ciudadanos sino por la búsqueda continua del voto que los perpetua en el poder. Hay que combatirlos donde más les duele, en ese voto. Este es el campo de batalla en el que se puede combatir de una forma efectiva, la privatización. Pero para eso, compañeros y compañeras de los distintos sindicatos, hay que “mojarse el culo” y despojarse de todo vínculo político, económico o personal con el poder establecido, y expresar libremente lo que se piensa.


A. PLATAFORMA DE MONITORES ESCOLARES DE ANDALUCIA

4 comentarios

Chema -

No estoy de acuerdo con la polivalencia y veo que casi nadie lo está, SI VA A SER VOLUNTARIO EL CAMBIO, una solución para nosotros es no cambiar (nadie)a polivalente. ¿ Nos quedariamos como estamos?
¿Qué haría la administración?
¿Contratarían a otras personas como monitores de Ed. Infantil? 03/06/2005 Granada

JUANI -

Quiero felicitar a la Plataforma de Monitores por intentar denfender nuestra dignidad como profesionales

Anónimo -

Estimada Compañera:
No por se tu de CCOO, da igual del que seas, pero estos en este caso, dicen que ello van a negociar y firmarán porque tienen el respaldo de muchos monitores que quieren la Polivalencia, en Concreto, en el Campo de Gibraltar estan de acuerdo con ello. A mi, me gustaría que alguién del Campo de Gibraltar y afiliado/a de ccoo me diga que quiere ser polivalente, una opción tan respetable como otra, aunque no compartida. A estas alturas, pienso que ya tenemos todo el pescado vendido, aunque no el derecho al pataleo, que eso no nos lo van a quitar NUNCA.

Anónimo -

Al ler todo esto no hago más que que sentirme culpable, por no haber estado mucho mas informada con todo lo referente a nuestro trabajo, pero entré en la tranquilidad que te da el creer que los sindicatos velaban por nuestro bienestar en el trabajo (ilusa de mi)entre en la tranquilidad de formar una familia (tengo dos niños de 2 y 4 años)comprarme una casa (con su hipoteca, dado que no pertenezco a la nobleza, ni tengo herencia, ni me toca la loteria)rodearme de buenos amigos y no perder mucho de vista las injusticias y todo ello porque siempre creí que ellos (los sindicatos en mi caso CCOO)estarían protegiendonos, pero que sorpresa, son ellos los que nos venden a la administración por unos cuantos euros. Pensaba que ya tenía un buen trabajo MONITORA ESCOLAR. Pero
llegar hasta aquí no fue facil (monitora de transporte,sueldo bajo, tener el respeto de la Comunidad Educativa -maestros,padres- directores que en principio no nos entendían) y de pronto boon, me encuentro que de MONITORA ESCOLAR me quieren convertir (con el apoyo total de CCOO)en Chacha para todo.
Cuando se empezo a privatizar los comedores escolares nos decian que nosotros en eso no teniamos nada que ver y hoy en día son muchos los monitores escolares que estan en ellos y me imagino que asi querran que suceda todo.
Por eso espero que los que sabeis del tema no nos abandonéis.
un saludo desde málaga
NO A LOS SINDICATOS ESQUIROLES CCOO UGT